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LIC. FRANCISCO JAVIER FUENTES MUCIÑO – El ruido mortal de una boca silenciosa

LIC. FRANCISCO JAVIER FUENTES MUCIÑO


El ruido mortal de una boca silenciosa


En el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos, se vive actualmente una historia increíble en la que dos grupos pelean el poder, lo que ha demostrado es la ineficiencia interna por parte de impartidores de justicia, han convertido este tribunal en un espacio en donde la riña campal que no tiene nada que ver con la legalidad y el respeto a los derechos humanos hacia las personas, de un momento hacia la actualidad la disputa de personas supuestamente profesionales y con mayor educación han generado un espacio de entretenimiento vulgar.
Nuestra Constitución, establece la profunda división de poderes donde se destacan los magistrados, quienes han impedido el desarrollo de sesiones ordinarias y extraordinarias para llevar a cabo la votación por la terna propuesta, la postura de algunos magistrados ha sido en que todo debe formalizarse dentro del pleno respetando las instituciones, por eso es necesario que los acuerdos se lleven conforme la transparencia y a la legalidad y no solo dentro de los acuerdos intrapersonales que beneficien a unos pocos, que se traduce en una aberración por el poder.
Es aquí donde tenemos que pensar como ciudadanos, ¿es más importante lo que pasa entre unos pocos que no se pueden poner de acuerdo? Personajes quienes dicen, ser los responsables de administrar justicia y proporcionarnos un estado de derecho justo y dejar de lado las problemáticas personales y de intereses mezquinos a través de los ataques constantes y que desde luego no hacen algo para resolverlo.
Morelos como muchas entidades del país, enfrenta una grave crisis de violencia hacia los diversos grupos vulnerables, donde las cifras siguen aumentando, pero lo más alarmante es lo que no se dice. El silencio de las autoridades, el de las familias por miedo y el de una sociedad que ha sido silenciada por el horror que se vive día con día.
El ruido mortal de una boca silenciosa, no es una frese filosófica o poética. Es una realidad, donde cada mujer, niño, miembros del LGBT calla por temor, cada denuncia que no se atiende, cada crimen que se comete y que muchas ocasiones queda impune, en el entorno donde el feminicidio aumenta a gran escala y se da con mayor frecuencia.
Solo en los últimos años Morelos, ha sido señalado por los organismos nacionales e internacionales como el más violento por el alto índice de homicidios de mujeres, esto, debido a la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades, quienes se pelean el poder en el interior de la institución que administra justicia. ¿Qué hacer ante tanta impunidad? Estas y otras interrogantes son las que pasan en todo momento por nuestra mente como ciudadanos.
Como ciudadano, nos queda claro que la prevención no solo debe ser responsabilidad del estado, sino también de quienes formamos parte de la comunidad académica y la unidad social que es la familia. Invitando a la ciudadanía a fomentar los pensamientos críticos constructivos, proponer soluciones reales y llevar las investigaciones a una sentencia acorde con la comisión del delito.
En Morelos, necesitamos reconstruir el tejido social desde la raíz, ya no podemos seguir siendo espectadores pasivos, el conocimiento, la juventud y la empatía también son formas de resistencia y hoy esa voz puede ser la diferencia entre un acto de violencia.
Te invito a analizar y reflexionar sobre un problema real.

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