René Vega Giles
Edificios públicos y privados son protegidos para evitar pintas, quemas o destrucción durante la marcha en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, como es el caso del inmueble que alberga el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
En comercios e instituciones de crédito es ejercida la misma acción, al igual que en edificios religiosos y otros inmuebles.
Las pérdidas ocasionada por algunas mujeres que acuden a las marchas con el rostro oculto y realizan destrozos suelen alcanzar los 10 millones de pesos, sobre todo a particulares.
Por lo pronto, católicos iniciaron acciones de organización que impidan la pinta de las parroquias, que en su mayoría son considerados edificios históricos.
En el edificio del Poder Ejecutivo la instrucción es permanecer con las puertas cerradas, así como la petición a los grupos extremos evitar todo tipo de violencia o destrozos.